Agua, aire, tierra, fuego. Nunca tan claramente presentes los elementos de la naturaleza como en esta increíble boda.
Cuando Santi me contó por teléfono cual era la idea de la boda de ellos, no lo dude un segundo. Tenía que estar en esa boda! Afortunadamente días después hablamos nuevamente y me confirmó que me había elegido.
Y finalmente llegó el día tan esperado. Jorge me acompaño para esta linda aventura. Una experiencia totalmente atípico a cualquier otra boda. Fue un seguimiento periodístico desde la mañana hasta la noche por tres días seguidos. Para no hacer tan largo de fotos el post, decidí juntar el primer y último día, y luego en otro post las fotos de la boda.
El primer día fueron los grandes preparativos, ultimar detalles, coordinar con los encargados del hotel para que este todo perfecto para la boda. Sin duda que LuZ lo tenía todo perfectamente planificado con mucha antelación. Hasta el más mínimo detalle tenía su razón de ser. LuZ tenía muy claro que quería que su boda fuese especial. Y que cada invitado se sintiera como en su casa. Así fue como por ejemplo en cada habitación había recuerdos especialmente preparados para cada uno. Con su carta de bienvenida, fotos con la pareja y un montón de sorpresas que cada uno iba descubriendo a medida que recorría la habitación y el hotel.
Ya llegando al atardecer nos fuimos bien rápido hasta la otra punta de Punta del Este. Era el momento de la bienvenida de los invitados más cercanos. LuZ es de Brasil y era la primera vez que las familias y amigos más cercanos se encontrarían. El lugar elegido era en el Hotel Cumbres. Increíble lugar! A penas llegamos justo estaba cayendo el sol y la vista era única! A pesar de haber estado muchísimas veces por esa ciudad, nunca había tenido la oportunidad de ver un atardecer tan increíble desde ahí. Luego de caido el sol un brindis de bienvenida y la primer cena con sorpresas hasta último momento.
Ya pasando al tercer día, y luego de una boda increíble (pronto algunas fotos!), nos fuimos hacia la Estancia VIK de José Ignacio (como me hizo acordar esta otra boda en la estancia VIK ). Ya había pasado toda la ansiedad de los días previos, así que fue todo bien relajado. Fue un hermoso día de campo. Arrancamos casi al mediodía con cabalgata. No recuerdo cuantos años hacía que no me subía a un caballo, muchísimos! Pero seguro nunca con una cámara en mano, tratando de encuadrar y componer andando. Una hermosa experiencia! Finalmente un increíble asado para finalizar haciendo algunas fotitos al atardecer.
Felicidades LuZ + Santi!!