La Gran Manzana no deja de sorpenderme! Cada rincón de esa ciudad increíble es totalmente fotogénica. No hay forma de no quedar enamorado de esa ciudad. Dan ganas de quedarse a vivir! A pesar de ya conocerla siempre hay un rincón nuevo por explorar. Los días grises no acompañaron mucho, pero siempre sale el sol para poder recorrer un poco del inmenso Central Park. Gente, subtes, edificios, verde. Todo perfectamente combinado. Uno no se cansa de recorrerla y disfrutarla. Washington por otra parte es una ciudad mucho más ordenada. Más baja en altura y bien perfectita. Monumentos por todos lados y museos de lo que sea. Dos ciudades muy diferentes, para programas distintos.
Ojalá que el placer de viajar se repita bien seguido!!!